Armonía sobria, sutil y sin pretensiones
Morningh Phase (2014) de Beck Hansen o, simplemente, Beck, es el álbum con el que ganó su primer GRAMMY.
Las melodías de las canciones de Morning
Phase
gozan de una armonía músical sobria, sutil y sin pretensiones, me
atrevería a decir. Por eso es que para escucharlo se me antoja un
momento cálido, dado por la presencia de una nostalgia sana, me
refiero a una nostalgia auto-inducida con la intención de darme
cuenta de que en el interior hay algo sublime que por alguna razón,
la que sea, perdí la capacidad de percibir, pero que nunca se ha
ido y por tanto su extravío es meramente temporal. Podría
escucharlo, por ejemplo, estando solo, con el regocijo de saberme
acompañado por algo estable en mi interior. O bien, podría ponerlo
como música de fondo mientras converso con una persona especial para
mi.
No
quiero ser más concreto en la descripción debido a que las letras
de Beck no lo son, se trata de letras cortas, con pocos detalles,
aptas para crear una atmósfera diferente a la realidad estructurada.
En
la red exploré un poco acerca de la vida de Beck. Él creció en el
estado de California, Estados Unidos. Al leer lo que dijo en una
entrevista telefónica, hubo un elemento que me llamó mucho
la atención:
...
Intentaban pedirle una explicación a las particularidades de su
perfil como artista, aquellas que lo hacen ver con
una especie de misterio dentro
del ámbito musical. Entre otras cosas, dijo: ¿cómo
puede ser que yo haya crecido en el barrio (en español), y haya
leído a Rimbaud y Borges mientras escuchaba el blues del delta del
Mississippi? No sé, pero gracias a Dios que existen las bibliotecas,
lugares a los que podés ir a explorar si tenés 14 años y sos
curioso, aunque no tengas un centavo en los bolsillos. Ahora es
todavía más fácil con la internet... Así que, en cierto sentido,
soy una mezcla de razas, como un perro mestizo.1
Aquí se puede escuchar el audio del sencillo Blue Moon:
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